Ser libre significa jugar con la idea de poder hacer lo que no daña a otro. En esta idea ya encuentro una concepción del otro como extraño , como extranjero , como enemigo en potencia antes de invadir mi propio territorio. La abundante reglamentación llena de normas y prohibiciones me pregunto si no responde a esta idea de libertad negativa que expongo. ¿ Mirar los toros desde la barrera no significa quizás desear que mueran lentamente - eso sí con arte- en la plaza con bravura o sin ella hasta un último aliento? pues me parece que algo parecido pasa con nosotros que acabamos siendo cómplices de nuestros deseos de poner barreras, muros, verjas, cercas, vallas, etc etc , todo lo que signifique separarme del otro o mirar al otro desde lejos casi sin quererlo. Los ghetos en la Europa ilustrada del XX ofrecían una visión "medio civilizada" del extraño como judío, como diferente, como gitano, como indigente...Hoy la complicidad nos permite getizar los barrios de nuestras ciudades convirtiéndolos en zonas transitables y llenos de parquings y zonas azules.. ¿Dónde está pues nuestra complicidad?
Miramos sin ver, paseamos sin actuar, nos damos la mano sin tocarnos, nos amamos sin querer ...así aprendemos de esa complicidad que nos convierte en seres de lo ajeno, de lo indiferente, de lo trivial y desleal, de lo inmediato ... Me sonrío cuando hablo en clase de "me gusta o no me gusta " de los mensajes en el facebook... ¿Qué realmente nos gusta de esos pulgares en alto al estilo emperadores romanos ? El juego de nuestras pequeñas complicidades de nuestros solipcismos de nuestros mundos personales nuestras mónadas cerradas ..... Y si no tenemos sufiente con las normas ahí va una de prohibiciones pequeñas, una de decretos, de sanciones, de manifiestos, de ...ufff cuanta complicidad con el dedo inquisidor de quien nos señala cuando podemos ejercer el poder de nuestra "civilizada razón " como ejemplos de bonus vir romano...
Cada vez que la compasión tiene un momento se olvida precisamente de convertir en absoluto todo aquello que tocamos, sentimos, olemos, vivimos... Nietzsche ya decía que la compasión no se detiene ni un instante de eternidad.. No hay espacio para la duda ..la experiencia propia nos convierte en seres compasivos , por eso el dolor propio, la debilidad propia, la incontinencia propia, la fragilidad, el error, el sufrimiento, la pérdida, la tristeza, el desconsuelo, la vergüenza, la melancolía, ...todo eso nos detiene tantas y tantas veces frente a la vida pero también nos salva cuando lo bebemos en forma de compasión puesto que eso nos descubre los demás, los otros, los sin nombre, los sin rostro, los acabados,...Como decía Walter Benjamin "para dotar al colectivo de rasgo humano el individuo tiene que cargar con lo inhumano, hay que despreciar la humanidad a nivel individual para que ésta vuelva a aparecer a nivel colectivo " ... No nos podemos construir la abstracción de lo humano debemos saber vivir en el yo mismo, en el yo quiero, en el yo deseo, en el yo padezco, en el yo me muero, ... lo otro es maquillarnos , por eso la tolerancia se convierte a menudo en una arma arrojadiza contra todos ... la inmigración , el racismo, la violencia de género, las mafias de la droga y la prostitución, la violencia estructural de la pobreza , el hambre de un capitalismo globalizador que justifica en la pérdida de ingresos la expropiación de los desposeidos, de los marginados, de los sin techo como Emmanuele que ya no vive en la calle, de los ignorantes de quienes son y a donde van.... Jürgen Habermas se equivoca cuando en el consenso lingüístico pone conceptos como verdad y comunidad ideal del diálogo... Son palabras sin contenido se requiere responder a los gritos de Gaza, a los gritos de Medellín, a los gritos de Sierra Leona, a los gritos de Sudan , a los gritos de Eritrea,
Para ir acabando estos fragmentos conviene entender que mientras tengamos códigos universales y absolutos será como los planes de centro que se escriben para no cumplir, se recitan para olvidar... Conviene pensar en la condición de vulnerabilidad y contingencia de nuestra vida humana, y reconocer que este hecho nos sitúa frente al dolor ajeno de otra manera. La ética no es una cuestión de ideología es una experiencia de la nada, de la barbarie, del dolor del mundo, de las catástrofes, de la irracionalidad de la muerte inocente, de ... por eso no se trata de cumplir o no cumplir con las normas morales sino se trata de saber aprender de la experiencia del sufrimiento propio y ajeno, de aprender de lo inhumano para volvernos humanos personas ... la compasión nos interpela nos atrapa nos abraza cuando nuestra vida se nos convierte en la Sodoma y Gomorra que todos vivimos alguna vez en la vida..
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