Si algo permanece más allá de un periodo parece que se deteriora. Heráclito con su pensar aforístico sostiene la idea del cambio permanente de las cosas. Todo fluir es un recorrer más allá de lo que parece que tiene que ver con definirse, con etiquetarse, con idearse. A eso que le llamamos filosofia precisamente no es nada más que un simple deseo de amar, Un impulso efímero de encontrarse con alguien por un ratito de tu vida. Así la vida se convierte en esos deseos de encuentros entre tu pensar y actuar y su pensar y actuar.
Hasta aquí Heráclito ha triunfado , nada está perdido todo más bien claro y explicito . La luna volverá dentro de más de 30 años ha volver ha estar tan cerca de la tierra, los petirojos un día desapareceran para siempre como vienen haciendolo estos años, las rosas se marchitaran como tantas veces.. Sin embargo en esta corriente constante del agua del rio las rocas y las hierbas se arrastran hacia abajo.
¿Qué pensar de ese deterioro constante ? ¿Dónde acabará nuestro próximo encuentro actual ? ¿Cómo desaparecerá nuestro deseo de amar esta vez ?
La filosofia no enseña nada , absolutamente nada .. El camino tiene un final. El profeta Zaratustra anuncia la muerte del hombre .Así este otoño frio y amarillento nos hace detenernos en los espacios de penumbra para aprender como la escuela de Elea , junto a Heráclito y Zenón que hay una lógica que no hace más que sorprendernos : ese abandonar en los instantes la única vida que tubimos.
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