Había conocido ese sentimiento de complacer a los demás . Se trataba más bien de una atracción para ser reconocido que una verdadera intención de pensar en ayudarlos de verdad. En el fondo la complacencia es una actitud enfermiza que conduce a una sensación de nunca estar del todo a la altura de aquello que te piden los demás.
Así aprendí como el sentirse observado elevaba la vanidad perdida , la incapacidad de quererse uno mismo para sentirse bien con lo que uno es. Por eso ese estado de agradar a los demás , de ayudarles de un servicio a la propia causa me convertía en alguien incapaz de amar de verdad a nada ni a nadie.
¿Para qué comprometerse de verdad con alguien si ese alguien acabará por no ser absolutamente complacido por uno o una ? En su obsesión más profunda el juego de abalorio convertía la mirada de los demás en un activo que demostraba que eso precisamente era su gran impedimento. Su último experimento le había llevado a un estado de gracia iluminada que incluso le llevó a la total renuncia a su mundo personal, sus libros, su arte, su política, su escritura ...Y todo con un abandono para complacer a alguien para ser reconocido y amado, querido, sentido , sentirse vivo, entusiasmado , ... Pero era más lo que le motivaba la idea misma de complacer como objeto que el sujeto mismo que le reconocía . Era más la vanagloria de los halagos que una y otra vez le convertían en protagonista indiscutible de la película que la verdadera razón de amar y desear ..En el fondo el deseo era del objeto y no era voluntad o acción del sujeto que tenía delante.
Se unía a ese sentimiento sin embargo un miedo atroz al compromiso por estar con el otro , por ofrecerse plenamente aunque la última vez puede que por la propia vejez que le llevaba cada vez al rincón del pensar autolesivo le hiciera decidirse por esa vez si apostar por dedicarse en cuerpo y alma a ese otro o otra que había conocido. Ese impulso instintivo irrefrenable le obligo a desprenderse como un barco en alta mar de todo aquello que había amado para que ligero de equipaje se sostuviera en ese oleaje penetrante de idas y venidas.
No era fácil , porque en esta ocasión se trataba de complacer una vanidad personal a base de reivindicar la figura paterna de un cuidador nato que diese de comer, jugase, hablase, entendiese, colaborase, pintase paredes, cocinase , recogiera, produjera, leyera, hablara, sin nada a cambio , sin nada que le exigiera sentirse recompensado por todo lo que había hecho renunciando a esa autoimposición por estar y encontrar la casa de su vida... Las casas de alrededor , las que le gustarían con torreones , los jardines , los altillos , las golfas para habitar un espacio donde la duda desapareciera del todo ... Sin embargo las cartas que siempre se tiraba de reiki que le indicaron la última vez el abandono ... cuando ella había marchado por esos caminos hacía el norte a encontrarse con alguien que verdaderamente la mirara de verdad , ahora le indicaron que su amor era incondicional , sagrado, espiritual y eso le hizo pensar que puede que no estuviera equivocado , que esa vez si ...
Pero al cabo de un mes aproximadamente y de entenderse en el sofá marrón de su casa que tantas veces le había servido para entusiasmarse por sentirse vivo , se había desatado una pasión que le llevaría a un final inminente , a un adiós al cabo de poco , a un silencio , a una impotencia porque sin palabra alguna , sin mediación alguna, sin mensaje alguno todo se reducía a "nuestras vidas son tan diferentes , tu vives de la soledad sonora y yo de una maternidad compartida con dos niñas que he de criar con dificultad y con valentía , por eso gracias por todo" ...
No fue fácil mantener su orgullo, su vanidad, su sensación de ser abandonado, de no reconocerse en todo lo que había sucedido aquellos días anteriores , de rechazo porque a nadie le gusta sentirse así ... SIn embargo puede que por ese adiós inesperado , por las lágrimas que ella en silencio y escondido de él había vertido frente a su mejor amiga que le anunció , puede por la bufanda que le tejió para decirle adiós , puede por no comprender nada de nada por ser una gran desconocida todavía de nuevo volvió su complacencia perdida, su vanidad abandonada, su orgullo masculino, su trozo de compromiso consigo mismo , con lo que era y lo que quería ser... A pesar de decirse una y otra vez que no lo podía perdonar , que no podía entender alguien así y que el nivel de incompatibilidad era tan grande que lo hacía irreconciliable , de nuevo aquella mañana de un miércoles le subió un café del bar ...
Y luego vinieron de nuevos los juegos fatuos , los temblores, las idas y venidas, las acciones para seguir complaciendo con regalos de libros que nunca supo si leyó, de tecnología que nunca supo porque no le gustó y devolvió un día de escondida sin hablar del verdadero motivo .. para que no fuese complacida , ni de las tardes que pasó con ellas dos pintando, leyendo, viendo películas, e incluso la última vez que en la muerte de su amigo ella sin más había decidido venir acompañando su dolor pero de forma anónima y ajena como si fuese algo más que le formase parte de lo que le tocaba hacer . Esa fue la última vez que recriminó el nombre , un nombre que se repetía una y otra vez cuando hablaban, cuando entablaban las pocas veces -demasiadas al principio a diferencia de ninguna más después del resbalón primero- confidencias íntimas el uno con el otro.
Poco a poco se apoderó de él una sensación de absurdo , de pretender entender que papel debía jugar él en el baile que ella tantos años había bailado , no entendía nada, no entendía la falta de palabras bonitas, la relación especial con la belleza que él apreciaba, el arte, la poesía incluso la música del piano que el valoraba y ella incapaz de decir algo que remitiera a expresiones como vaya me sorprendes ...
Complacer para una desconocida, complacer para una persona que de forma obsesiva le busco casas para irse a vivir juntos antes de conocerse , de saberse, de quererse porque eso si que lo fue percibiendo a medida que no existían expresiones de cariño, de amor, de sentimiento, de decirle un te quiero, un deseo estar contigo, ... del castillo de naipes, del barco a la deriva , de allí nació el naufragio más profundo , de ahí cayó tras una y otra vez , : no des golpes a la puerta del coche, no hables mal frente a las niñas, no puedes ser no independentista , ... y más allá descubrir como alumnas y compañeros de trabajo veían otro rostro ajeno al que él tanto tiempo había creído , como la querían denunciar, como la consideraban una persona que sólo pensaba en ella misma , como pisaba a los demás , como sólo hacía todo para verse y sentirse reconocida , ... fue quizás eso lo que le hizo darse cuenta que la vanidad se había encontrado con la vanidad, que la complacencia se había convertido en una arma de doble filo, que el miedo que él tenía a su soledad le había convertido en un ser acomplejado frente a ella, le había convertido en un ser que nuevamente sentía el abandono pero esta vez como una trampa , una toxina que le estaba causando un enorme carcinoma hasta devorarle hasta el final...
Así decidió un adiós, así dejo su complacencia, así se despidió de todo , ..aunque ella le pidió hablar más adelante e incluso ya pasados meses le dijo te quiero mucho ... el supo desde aquel día que entre su complacencia y su vanidad se había por primera vez encontrado consigo mismo , con su verdad, con su autenticidad, con su eterna piedra en el zapato, con la zozobra de un barco a la deriva que sin más le hacía sentirse culpable de no haber reconocido la trampa donde se había metido , la trampa donde había caído , la incapacidad de ofrecer todo a cambio de nada, de amar de verdad no por una idea, por un objeto de deseo, por una palabra para subir la vanidad propia sino amar para dejar de necesitar a nadie de verdad, para amar sin condiciones, sin condicionales, sin suturas, sin complacencias, sin culpas y verguenzas, sin miedos , sin palabras de esperanza , sin futuro .. amar sin futuro , amar sin un mañana , amar sin deseo, amar sin esperanza, amar sin nada más que amar ...Eso lo había perdido , y se sentía orgulloso de ahora encontrarse consigo mismo para aprender que los años que le quedaban ya serían otra cosa ...simplemente
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