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lunes, 3 de septiembre de 2007

La curiosa vida del profesor aburrido y cansado a principio de curso.


Hoy vino un compañero nuevo a mi departamento. Bueno eran más pero especialmente uno me llamó la atención. De lo primero que habló es que estaba en educación porqué era demasiado mayor para encontrar trabajo. "¿Dónden ir a trabajar a mi edad?" . Disimuladamente sonreí y me pregunté esa vida curiosa que alberga a mucha clase de profesorado que año tras año camina por centros diambulando en busca del "santo grial". No están nunca tranquilos, inquietos, incómodos,.... declarándose inadaptados como profesores. Seguidores de los métodos de una instrucción arcaica y disciplinada que pretende someter al alumnado a contenidos y conocimientos que deben memorizarse y acumularse sin más. No me sorprende pués que polémicas como las protagonizadas por Fernando Savater y Rafael Sanchez Ferlosio todavía puedan ser objeto de debate público en la prensa escrita. ¿Educar o instruir? No se trata de vencer con domesticaciones sumisas un tipo de educación que los ministerios pretender ofrecernos como garantía de éxito educativo pero tampoco de rechazar con un tono " casposo" y "doctrinario" todo tipo de educación. Me pregunto que frente a ciertos tipos de modelos de profesorado " resignado y escéptico" : ¿como se pueden sentir la gran diversidad de alumnado de orígenes diferentes, de aprendizajes heterogéneos, de dificultades sociales notables ? No se trata de defender la vigencia de un sistema que hace aguas por muchas grietas pero tampoco de refugiarse en la tiranía de "estoy donde estoy porque no creo en ningún tipo de educación". Quizás en el fondo de muchas de estas discusiones sobre educar o instruir existe una manera de relacionarse con los otros, con lo que es ajeno , con lo que no soy exclusivamente yo. Entiendo pués que el mundo no sólo es una manera personal de vivir sino también una especial manera de estar con uno mismo y con los demás. Decidirse por la educación no puede ser una opción sin alternativa sinó debería ser todo lo contrario.

2 comentarios:

Muriel dijo...

M'he dedicat durant molt de temps a l'educació, encara ho faig, però dsd el camp de l'educació social. el cas és que a l'educació formal hi ha de tot "candiles y lumbreras". Certament l'educació no pot ser mai la darrera opció, ha de ser l'opció a les opcions, si no millor no dedicar-s'hi.

(Gràcies per visitar-me)

Anónimo dijo...

Vull estudiar Biologia. I dedicar-me a l'investigació.
Però si no pogués ser, escolliria la segona opció: ser mestra.

Des de sempre he tingut certa vocació envers l'Ensenyament. (Em vé de família).

I em sap greu que molts dels professors que recorren els passadissos dels seus instituts o escoles, son uns insatisfets. Una mena de "fracassats", que com a última sortida, s'endinsen dins l'Ensenyament.

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