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domingo, 17 de julio de 2016

SUMISIÓN INTELECTUAL



Fréderich Schiffter  nos sugiere en su libro " Contra Debord"  pubicado por editorial Melusina algunas ideas interesantes para pensar en ellas. 
Era Noviembre de 1994 cuando Guy Debord se quitó la vida. Fué como tantas otras ocasiones cuando aparecieron numerosos escritos en forma de ensayos y demás ,haciendo  halagos y brindando a su pensamiento y figura. 
¿Qué podía suceder si alguien se opusiera a  los abanderados y acólitos cuando un autor/pensador muere y resulta homenajeado extensivamente ? Se trata en el fondo de poder entender que relaciones establecemos con el pensamiento y sus pensadores. De hecho esto siempre ha sucedido con los seguidores de Lacan , de Foucault, de Marzoa, de Fortuny, de Savater, de Marina, de Nietzsche, etc y etc. ¿Significará eso que se convierten en sectarios y que establecen su visión real exclusivamente bajo el paradigma de su pensador y pensamiento?  ¿Obedece eso a una visión cerrada de modelos y sus   ideas tal como Karl Popper sotuvo en su día ? 

Schiffter introduce el concepto de "sumisión intelectual"  para en parte responder a estas preguntas que nos hacemos aquí.  Y seguramente la respuesta posible está dirigida a razones de tipo comercial y de promoción editorial para la venta al gran público; sin embargo en esa transmisión de este tipo de acontecimiento se produce una determinada forma ideológica que contamina, endulcora, expande. 


El sectario como fanático de sus ideas se convierte en un difusor de una forma de sentido que considera única y  válida en toda su complejidad , entendida como verdad. Esa verdad verdadera convierte su discurso en apología con carácter dogmático, tautológico, exclusivista, esencialista frente al resto de las opciones. Un buen ejemplo como experiencia en la que he participado este año y que quiero compartir , es en la presentación de "Déu sense Déu" Una confrontació , de Xavier Melloni y Josep Cobo en el Centro de Cristianismo y Justicia. En el curso que pude asistir se presentaba precisamente a veces este dilema entre una determinada visión entre dos autores o pensadores sobre la idea de Dios. Y parecía que en el debate o discusión se establecía los partidarios de una opción como válidamente aceptada y incapaz de poder ser contrastada con otra opción alternativa o diferente. 
Pués bien , la sumisión intelectual consistiría precisamente en esta incapacidad para poder entender caminos diferentes por considerarlos impracticables y por consiguiente no querer saber nada que no pueda incluirse en el discurso propio. 
Muchas veces parece que sólo podamos reconocer el discurso que creemos propio citando y recurriendo a referencias claramente explicitas o implícitas a pensadores leidos, autores pensados, expertos consagrados, instituciones reconocidas ....  De esta manera el discurso propio o personal , aquel que nos construimos y nos pensamos desde nosotros mism@s , nunca es del todo asimilado e interiorizado , convertido en nuestra forma de ser o de existir. Eso de la existencia en sus formas y entresijos se acaba conviertiendo en algo ajeno si no decidimos que lo que hablamos , lo que pensamos no es otra cosa que la narración de lo que sentimos y vivimos y nada más. 

En "Contra Debord" se explica esta idea de como nos decimos a nosotr@s mism@s que lo que sostenemos sólo señala, indica, apunta , reproduce sin más una realidad y por consiguiente no puede apartarse de la forma misma en que está construido. Quienes sostienen esta idea en el fondo no conocen sino desconocen más que aquello que se repiten constantemente para convertirse en acólitos y seguidores de su pensador o pensamiento. En este sentido uno se puede preguntar si en el fondo para hablar de Platón, de Descartes, de Locke, de Mill, de Nietzsche no nos deberíamos convertir en anti-platónicos, anti-cartesianos, anti-lockeanos, anti... por que de lo contrario reproducimos acólitamente como fieles seguidores los manuales escritos, los pensadores pensados, los discursos establecidos, las ideas consignadas, señaladas, dirigidas, que han sido interpretadas de forma unívoca y directa a sostener el dibujo de un determinado autor , pensador. Si uno lee a Platón por ejemplo desde pensadores como R.M.Hare  donde distingue dos maneras de entender o leer para comprender este autor , ¿No nos alejamos de la otra lectura posible de un Marzoa en su lectura platónica en "Ser y Diálogo" ? En ese saber leer como saber comprender la filosofía y el pensamiento observa esta construcción cerrada de sus ideas y sus postulados más analíticos y que pretender querer tener rigor ; o bien, la narración abierta de las ideas y sus creencias que iluminan senderos y caminos que observan una hermenéutica interpretativa personal y existencialmente sugerente. 

Se trata pues en algún momento de creerse invencible en el plano intelectual , señalando siempre el pensador y su pensamiento como autoridad en la materia. Debord en este sentido abría sido leído exclusivamente desde el concepto que él acuna de "espectáculo" , y que en lugar de establecer un pensar luminoso, claro habría hecho todo lo contrario, como si se tratara de hablar oscuramente para sostener que la complejidad es producto de la vanidad y la necedad del sabio o del pensador. Curiosamente Debord estaba en contra de los acólitos y sectarios , y precisamente , como sería el caso de Nietzsche , convierte a sus seguidores , a veces, en más sectarios y refractarios. 

El concepto de "espectáculo" en Debord nos podría sugerir que la verdadera esencia del ser humano se ha disuelto, se ha volatilizado con el modelo social del neoliberalismo capitalista y mercantilista. Precisamente la sociedad del espectaculo seria una burda representación o apariencia de la verdadera naturaleza social del ser humano.  Ese reino del espectáculo como reino de lo falso , convertiría ese modelo en él único presente y conocido actualmente. 

Pero sostiene Schiffter que este concepto mismo de "espectáculo" acaba convirtiendose como hace también Baumann con la idea de "sociedad líquida" en una noción vacía, especulativa, metafísica que responde a un alejamiento de los orígenes añorados por la civilización actual. O sea una idea que se aproximaria al parecer, tener en contraposición al ser .Idea, por otro lado , muy platónica, o rousseniana . En el fondo . pués se establece Debord dentro de la tradición ortodoxa, clásica, conservadora , reproductiva, imitativa, y no revolucionaria como sus seguidores pretenden establecer. 

La cuestión pués parecería que sostiene una concepción entre la figura del resentido y del resentimiento como una actitud frente a la del libertario , o sea, la que interpretaria la realidad como una explicación de lo que perdimos como seres humanos , con su correspondiente esencialismo- y una explicación libre que interpretaria la realidad como algo que todavía está por hacer, pensar, decir, vivir. Wittgenstein hablaba del encanto de la destrucción del prejuicio como esa forma de relacionarse libertariamente con el pensar. 

Puede que sea esta forma de existencia la que permita avanzar , esa forma de destruir las creencias establecidas, los discursos aprendidos, las repeticiones fijadas, las construcciones corregidas, las normas obedecidas, las formas dogmatizantes de pegar la realidad de forma esencialista, objetivista, ...

Nietzsche decía   : 

"Puesto que soy un canalla , tú también deberías serlo" : eso es ser revolucionario.  " 

Dicho esto , Debord escribiría desde una visión determinada de relacionarse con la verdad y con la realidad más próxima a Rousseau que a Marx, y como pensador resentido , en el fondo , reprocharia no haber sido más que un fustrado ideador de expectativas. En este sentido , el desprecio a uno mismo convierte al pensador en un resentido a diferencia de quien está contento con el mundo y la realidad que tiene delante y no se esconde en la sombra y el silencio.  De ahí que el resentido tema más -dice el autor de "Contra Debord" - al escéptico que al que se opone a su pensamiento. Precisamente porque para mantenerse en su situación de desencanto permanente no puede tener adversarios o enemigos más bien debe tener falsos oponentes, gente que no le muestre más que indifencia. Es poder enfadarse con el mundo sin ser capaz de escucharlo.  

A diferencia del melancólico , el resentido envidia esa permanencia del hombre desengañado en la vida.  Para ir finalizando en el fondo la sumisión intelectual consiste a seguir las directrizes de una visión solidificante , o de una solidificación de la materia com realidad esencialista , fijada, construida a diferencia de una visión volatil , o de una volatilización de la materia en una concepción inmaterializada de lo real.  En esa oposición marcariamos las diferencias entre el ser un sumiso inteletual o no .  ¿Preferimos pués las quimeras de los paisajes ilusorios que como pensadores creemos sostener  o bien , nos dejamos llevar por lo imprevisible, espontáneo, caprichoso que altera el orden establecido violando  las virginidades de las esencias y los sentidos ?  

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