He
salido tarde . Voy con la prisa impulsiva
-golpeando a ritmo de titc-tac con los pies - para poder
ganar al tiempo . Pero eso no funciona así . Trabajo desde hace años en con el proyecto sobre la Memoria histórica .La memoria
de los recuerdos . Eso que nos toca el corazón , porque proviene de allí .
Y
puede que el proyecto me haya salvado de mis distancias
sociales contra el mundo. No me gusta viajar . Sin embargo he estado en Mauthausen, Gusen, Sachenhaussen, Austchwitz,
Birkenau, Wansee, Argelers, Rivesaltes, Sant Cipriane, .... en un congreso
sobre educación de la Shoah en Sevilla, en el Seminario de casa Sheparad en el Senado en Madrid, en la formación en
Yad Vashem en Jerusalen, en recorridos
por la Polonia yidish, hebrea , alemana o eslava , en
Berlin trabajando en los espacios
sobre la memòria , en Holanda en la casa de Anna Frank, o en la zona del lago
de Waansee donde se decidió la solución final sobre el pueblo judio , ....
Y
resulta curioso que el nombre de este proyecto lleve por nombre : Miradas de
calidoscopio y permita hablar sobre los
silencios que he encontrado en tantos de estos lugares . Silencios mudos,
huecos, sin aire, sin rastro de aliento alguno , de vida, silencios sin ángel , silencios donde el
recuerdo desea el olvido . Donde los nombres infinitos de quienes forman
parte de ellos formen ese objeto que tiene ese nombre KALEIDOSKOP
Miradas
de calidoscopio ganó una subvención para encontrarme con la
proximidad . He empezado un viaje más con cinco adolescentes ; Anna , Teresa, Ester,
Carlos y Pau. Así oiremos a testimonios , tocaremos piedras de muchos lugares, escucharemos y
produciremos la música que llevamos
dentro , y esta vez serenamente pensando
despacio.
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