Una Noche de insomnio.
Entré por la puerta de acceso
de urgencias. Encima un cartel enorme que señalaba : HOSPITAL PARA TRISTEZAS
INCURABLES.
Aquí estoy -le dije a la coliflor de la
entrada- que agazapada parecía desinteresarse por mi. Ella muy presuntuosa me
señaló con sus evidentes protuberancias hacia el infinito irreal ...y
moviendo su tamaño de hortaliza regordeta me dirigí hacia el fondo donde
estaba la mar salada . En la mar donde
habían camillas de todo tipo de colores perdidos , no se estaba mal pero como siempre lleno a rebosar . Sólo buscar un lugar que
apearse fue una auténtica proeza.
Un
caballito de mar lloraba desconsoladamente y la señora Rebeca andaba
melancólica pensando en recuperarse del día que le abandonó el gazpacho. Mirándome
me dijo: “Un día se fue en el tren del
olvido ” Ahora ella lo recordaba desde
entonces sin saber donde ir a llorar .
Más allá me fijé en unos pupitres
que crujían entre madera y madera como
si esperasen el turno para ser rescatados del lugar de donde provenían ; allí en el subsuelo con unos apuntes
secuestrados. . Todo me sonaba a estar solitario y deprimido , ausente, desconcertado y por eso pensé
: ¿Qué le ocurre a mi vida? .
En un único
rincón encontré entre de
los incontables lugares sin nombre que
hay en el mundo hospitalario , un objeto que acababa de morir . Pregunté a la mopa de mi lado si sabía que había sido .Ella sin girar su pelusa dijo : “
seguramente lleva una eternidad y eso la desesperó” .
Así las lágrimas de tantos pacientes y
rumiantes que se pasan los días en esas inmensas salas para curar , sea el
cuerpo o el alma , acostumbran a regar las pocas plantas que habitan en el lugar .
Todo suena a pena, una pena muy grande que se nota y se palpa en las miradas ,
los gestos , en las cabezas . Como si de sus ojos nacieran las sombras más oscuras de cierto dolor inmenso , o el baile más lento y
repetido una y otra vez de forma automática
o los pensamientos más lejanos de este mundo absurdo y sin sentido en esta vida de corazones rotos, desalmados que
suspiran a ratos vacíos con
agujeros negros.
Por el megáfono se escuchaba un tango: La
cieguita.. Nada que pensar , nada que hacer, nada que esperar esperando , nada
que hablar ...
La sala se llenaba cada vez más de caídos,
de sostenidos, de derrumbados , de defraudados , de desahuciados .. Y llego la
caída de la noche más larga . Ya no se aceptaban más calabazas, tomates o zanahorias ni tan
siquiera un conejo simpático o una bruja pirula . Tomarse en serio la tristeza no podía acabar con este hospital de prestigio y solera porque uno o una casi siempre se acababa muriendo .
La música contagiaba en el público en espera
la nostalgia eterna de un pasado que añoraban y puede que fuese ese principio de una gran
amistad . Un cartel da consejos con un slogan luminoso que ahora si ahora no se
iba encendiendo y apangando señalaba; NO
RIA; NO HABLE EN VOZ ALTA, NO MIRE A LOS OJOS, NO HABLE CON DESCONOCIDOS, NO ESCUCHE A NADIE ,
NO SIENTA NADA, Y SI PUEDE NO SE ATREVA A RESPIRAR ,
Me dirigí al fin a una sala del fondo más fondo cuando escuché
mi nombre : Piedad. La cortina que
ligeramente tapaba la camilla de verde campanilla tenía grabado un nombre : pi .
Esperé una y otra vez , más de más
.
Descansando un largo rato en paz, apareció una buena enfermera que conocía mi
nombre : ¿Cómo estas piedad ? ¿Qué te ocurre ? Le agarré la mano y no la
quise soltar ni un momento . Entendí así
que nada ni nadie sabía lo que me pasaba y nunca lo podría remediar . Me acarició para que se calmase mi estado. Luego llamó auxilio por el interfono. ¡¡Vengan , es
un caso de extrema gravedad se nos está marchando ya !!!
Ha quedado congelado mi rostro, mis
cejas caídas, mis ojos semi cerrados, mis labios mirando el suelo, y una mirada
perdida. Se me deslizan las saladas
lágrimas sin más por las comisuras de mis labios y resbalan por mi cuello .
Oigo la voz del doctor Patata :”
Directamente en vena 100 miligramos de phenobarbital . Y yo callada, me
alejé de este mundo . Acabé con todo . Y
luego tapada por la sábana hacia los sótanos de la morgue a menos 2 grados bajo
cero . Que final ¡!
En ese lugar seguramente ya no habían
tristezas porque se comparten entre los
muertos las heroicidades que la vida a una le dio y a otros les quitó , y se ríe
bonito , se baila junto de las manos y no hay carteles publicitarios que
anuncien nada . Por eso me puse a reír
a carcajadas enormes que han despertaron a todo
el depósito lleno de las almas tristes
que se pusieron a cantar de madrugada. Oh sole mio
Che bella cosa e'
na jurnata 'e sole,
n'aria serena doppo
na tempesta!
Pe' ll'aria fresca
pare già na festa.
Che bella cosa e'
na jurnata 'e sole.
Ma n'atu sole,
cchiù bello, oje ne'
'o sole mio sta
'nfronte a te!
'O sole, 'o sole
mio,
sta 'nfronte a te,
sta 'nfronte a te!
Quanno fa notte e
'o sole se ne scenne,
me vene quase 'na
malincunia;
sotto 'a fenesta
toia restarria
quanno fa notte e
'o sole se ne scenne.
Ma n'atu sole,
cchiù bello, oje ne'
'o sole mio sta
'nfronte a te!
'O sole, 'o sole
mio
sta 'nfronte a te,
sta 'nfronte a te!
Luceno 'e llastre
d'a fenesta toia;
'na lavannara canta
e se ne vanta
e pe' tramente
torce, spanne e canta
luceno'e llastre
d'a fenesta toia.
Ma n'atu sole,
cchiù bello, oje ne'
'o sole mio sta
'nfronte a te!
'O sole, 'o sole
mio
sta 'nfronte a te,
sta 'nfronte a te!
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