Un hombre como Nietzsche es un domador de camaleones. El camaleón es un reptil que cambia facilmente de color. Se adapta a cada instante , a cada momento. La moral del camaleón es producto de la simulación perfecta. No piensa el camaleón sólo repite con unos movimientos lentos pero precisos aquello que le lanza al abismo. El precipio de sus piruetas arbolicolas. Se entrena a diario para una supervivencia dimisulada, vestida del ropaje que más le conviene. El camaleón cornudo, el camaleón africano, el camaleón ..... Su dura piel repele cuando alguien le ataca o algo le estorba. No se deja penetrar por ningún sentimiento, ninguna pasión. El camaleón vive feliz en una apariencia de estar siempre bien acompañado. Sale a cazar la presa fácil , la presa distraida, la presa débil. El camaleón se alimenta como animal carroñero de los cuerpos podridos de aquellas víctimas heridas, solitarias, inocentes. Todos somos camaleones.
Nietzsche es nuestro domador. El látigo golpea sobre nuestras impenetrables corazas epiteliales y nos resbalan sus zasquidos. No nos molesta su filosofia. Su intento es para que dejemos de ser funambulistas en la cuerda floja de la vida. Nos quiere someter a la verdad pero como buenos camaleones amaestrados nos hemos instalado en las mentiras. Vivimos del simulacro consante de una apariencia sin pasado, sin presente sin futuro. Por eso olemos a cadáveres podridos y nos estorbamos mutuamente. No empujes, no atosigues, no hables, no pienses... Nietzsche nos advierte que podemos caer de la cuerda que estamos suspendidos. El árbol está alto y cualquier caída nos conduciria al vacío. El vacío del ser , el vacio de la existencia, el vacio de la vida. Hemos aprendido a camuflarnos entre hojas y ramas , entre piedras y arena .. un rebaño amaestrado para pasar desapercibidos y así poder sobrevivir. Nietzsche nos advierte que sobrevivir no es vivir : el arte de vivir requiere coraje, requiere valentía. El camaleón es un cobarde con su existencia por eso actua lentamente incluso cuando suelta su lengua larga y pegajosa que atrapa la presa para más tarde engullirla. Todo es lento como sus rituales porque sobrevivir requiere la cobardía para no realizar un paso en falso. Sobrevivir es morir lentamente, desprenderse de todo lo que somos realmente, camuflarnos en cada instante, redecorar nuestra vida de colores chillones para creernos felices. Camaleones compulsivos que compramos felicidad a cambio de supervivencia. No hay islas de supervivientes , hay cambios radicales que enmascaran sin tapujos lo que no queremos ser, lo que no queremos ver, lo que no queremos oir. Como seres cambiantes nos disgustamos con nosotros mismos porque como camaleones no queremos gastar un momento en enfentarnos a la vida. Por eso el domador después de muchos latigazos sólo ha logrado domesticar los simuladores de vida, los simuladores de existencia. No nos hemos dejado atrapar por ningún Nietzsche todavía.
¿qué significa ser un camaleón hoy en día ?
1 comentario:
Miriam Expósito Sánchez - ¿Qué significa ser un camaleón hoy en día?
Esta pregunta puede tener diferentes respuestas. Alguna persona inocente, ingenua y “ciega” a la vez, podría pensar que se trata de un animal de ojos saltones. Pues bien, mi interpretación de “ser un camaleón” está bastante alejada de esa respuesta.
Todo está repleto de camaleones. “El mundo, todo es máscaras” escribió una vez Mariano José de Larra. Si nos basamos en la metáfora, las personas pueden ser camaleones porque, al igual que el animal, cambian de color según las necesidades y las situaciones. La apariencia es lo que cuenta. Intentar pasar por la vida gustando a toda la humanidad, aunque eso signifique mentir y esconder tu verdadera personalidad, es la realidad de muchas personas en nuestra sociedad. La cobardía, dejarse llevar porque “siempre se ha hecho así”, esos sentimientos mueven a una aplastante mayoría.
La cobardía también la encontramos en la “ley del más fuerte”. Aprovecharse de personas más débiles y desfavorecidas por propio interés, es también una realidad presente en nuestras vidas. Afortunadamente, no es una realidad practicada por la mayoría.
Ante todo esto surgen las propuestas de Nietzsche. La valentía y el coraje han de mover el mundo. No dejarse vencer por las circunstancias y enfrentarse a la vida de cara es una meta a la que deberíamos llegar todos. Ser tu mismo y luchar. Buscar tus propios valores sin dejarte engañar por aquellas personas que, mediante una falsa religión, nos hacen débiles y esclavos. Un rebaño con un líder sacerdotal. Tampoco dejarse engañar por la falsa ciencia o por cualquier intento de ofuscación mental. Sólo así podemos dejar de ser camaleones y empezar a vivir. La vida cobra sentido.
En conclusión, los camaleones llenan de falsedad la vida y la convierten en una vida superficial. Pasan por la vida, sin encontrarle un sentido real y aceptan cualquier engaño porque para ellos es mejor creer en algo que no creer en nada.
Si se consigue salir de este estado y pasar del nihilismo (crisis de valores), no abandonar y buscar tus propios valores; entonces la vida pasa a ser vida.
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