Hoy quiero escribir sobre el artículo que mi exprofesor de universidad Manuel Cruz ha publicado en la prensa. El artículo de opinión lleva por título "Te querré siempre" e interpreto que hace un análisis sobre las relaciones que establecemos a traves de nuestros vínculos emocionales-existenciales en lo cotidiano a lo largo del tiempo. Amar es una forma de relacionarse con uno mismo y con los otros. Esta última afirmación precisamente le sirve para confirmar que en esas muchas o pocas relaciones amorosas que nosotros vamos haciendo en nuestra vida se configura un espacio de encuentro con lo que somos y lo que queremos. Citando a Ortega , filósofo que confirma el amor como una condición que hace posible la propia existència y no quiere someterse a ninguna ausencia del otro. Experimentar la pérdida de la persona querida parece que viene a desmetir la fórmula eterna del amor para toda una vida. Pero no sólo el abandono del amor nos acerca a una experiencia parecida a la muerte y al dolor profundo de la pérdida del otro sinó tambien nos hace plantear nuestra propia realidad vivida y percibida. ¿Què queda de nosotros tras la pérdida del compañero o la compañera? ¿Y qué queda del otro en nosotros? Uno de los blocs habituales que sigo escribia sobre el tema hace poco.No resulta el final lo que nos vence y nos interpela sobre lo que hicimos sino puede -sostiene Cruz- que sea el momento inicial el que nos debería hacer plantear el origen anterior a la relación que establecemos. De donde partimos para iniciar en el amor una manera de relacionarnos con lo que estamos empezando a ser, a querer, a amar. Creer que existen los amores únicos y los momentos absolutos permite renunciar a la identidad que nos recoge a lo largo de toda nuestra historia. Esa relación rota nos delata violentamente y nos advierte que no somos eternos, y que no nos podemos someter a proyectos acabados. La percepción de lo vivido con el amor parte de una renuncia a las experiencias anteriores que no quisieramos que nos denuncien identitariamente. Soportar el mañana sin lo que aprendimos con los demás nos obliga a experimentarnos constantemente con una cierta dosis de indiferencia y olvido. ¿Què perdimos realmente con el otro o la otra? Cruz sostiene que algo de nosotros mimos, y renacemos con un yo distinto. En este sentido cuando desaparecen los compañeros o compañeras de nuestras vidas se llevan consigo parte de lo que fuimos y de lo que todavía somos. El abandono del otro es la muerte de este para siempre, y con el o ella también nosotros morimos acabando con la relación y el compromiso . Cruz habla de "nuestro suicidio". Nuestra vida se fragmenta y queda recortada por espacios vividos que han muerto y dejan lugar a otros que renacen pero confirman la pérdida de la continuidad de la identidad propia. El sujeto pasa a ser sujetos en plural que se mueven y se detienen en los múltiples espacios de su temporalidad vivida a través de sus relaciones. ¿ Tiene espacio entonces la nostalgia? ¿ La tristeza?
Santiago López Petit profesor de filosofia a quien también he escuchado en alguna ocasión en su libro "Amar y Pensar" sostiene que el amor como el pensar son gestos radicales que tenemos para relacionarnos con el mundo y con la vida. Y incluso sostiene que acaban siendo elementos políticos del ser humano como condición esencial que los lanza hacia los otros , como interioridad común.Y continua diciendo "amar es amar porque no existe el amor sino el querer amar........... " Por eso amar el amor impide amar -nos afirmarà. Y en eso parece coincidir con Ortega cuando añade "Amar consiste en la expansión de mi querer vivir desde un centro de dolor común" . Los amantes son quienes comparten ese dolor común como fuerza destructiva de nuestros miedos e inseguridades, de nuestras palabras desacertadas, de nuestras medios silencios ambiguos, de las miradas penetrantes, ......Cuando decimos : "te quiero más que todo " nos confirmamos locos o locas y nos lanzamos llenos de coraje hacia una aventura que no sabemos el final por eso nos hace débiles frente a los demás a través de nuestro deseo del otro o de la otra. En ese encuentro nos perdemos y nos encontramos , porque sirve para calmar nuestra autodestrucción personal y para desencontrarnos con nuestras amenazas al querer vivir. Por eso Santiago López nos dirá que "amar no hace feliz" Por eso amamos sin remedio , a pesar de esta muerte permanente frente a los otros que nos constata que algun día los vamos a perder. Con su pérdida también nosotros naufragamos , sucumbimos, ..... En ese límite simbólico convertimos el poema en expresión indecible como..
No te acerques.Tu frente, tu ardiente frente, tu encendida frente, las huellas de unos besos , ese resplandor que aún de día se siente si te acercas, ese replandor contagioso que me queda en las manos, ese río luminoso en que hundo mis brazos, en el que casi no me atrevo a beber, por temor después a ya una dura vida de lucero.
No quiero que vivas en mí como vive la luz, con ese ya aislamiento de estrella que se une con su luz, a quien el amor se niega a través del espacio duro y azul que separa y no une, donde cada lucero inaccesible es una soledad que , gemebunda, envía su tristeza.
La soledad destella en el mundo sin amor.
La vida es un vivida corteza, una rugosa piel inmovil donde el hombre no puede encontrar su descanso , por más que aplique su sueño contra un astro apagado.Pero tu no te acerques.Tu frente destellante , carbón encendido que me arrebata a la propia conciencia , duelo fulgúreo en que de pronto siento la tentación de morir, de quemarme los labios con tu roce indeleble, de sentir mi carne deshacerse contra tu diamante abrasador. No te acerques , porque tu beso se prolonga como el choque imposible de las estrellas, como el espacio que súbitamente se incendia, éter propagador donde la destrucción de los mundos es un único corazón que totalmente se abrasa.Ven, ven , amor mío; ven , hermética frente, redondez casi rodante que luces como una órbita que va a morir en mis brazos; ven como dos ojos o dos profundas soledades, dos imperiosas llamadas de una hondura que no conozco.Ven, ven muerte, amor; ven pronto, te destruyo; ven que quiero matar o amar o morir o darte todo; ven , que ruedas como liviana piedra, confundida como una luna que me pide mis rayos!
2 comentarios:
Emboscado en mi escritura
cantas en mi poema.
Rehén de tu dulce voz
petrificada en mi memoria.
Pájaro asido a su fuga.
Aire tatuado por un ausente.
Reloj que late conmigo
para que nunca despierte.
"Alejandra Pizarnik"
Lamento no haber podido leer todo pero solo sé castellano...y es una pena. Hablar de amor es tan difícil,querer y amar para mí no son lo mísmo.Cuando digo yo quiero expreso afecto cuando digo yo amo expreso algo doloroso por su propia intensidad que sale de mí y que ya no controlo.Si nos destrozan "el corazón" es porque ciertamente se llevan algo de nosotros y guardamos para siempre algo de ellos,es cierto que cambiamos,que nunca volvemos a ser los mismos.Por eso decimos "ya vuelvo a ser el de antes" refiriéndonos a que ya no duele,o no tanto,la ausencia y la permanencia que llevamos con nosotros. Pero no es cierto,nunca volvemos a ser los mismos y es ésta la base de todo crecimiento espiritual,algo necesario para evolucionar...
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