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viernes, 5 de agosto de 2011

HOY INVITADOS PARA ILUSTRARNOS...

"Me ha ocurrido muchas veces y estoy seguro de que a vosotros también. La cuestión es la siguiente: ¿por qué, cuando nos reunimos con amigos, con gente de confianza, o simplemente con personas dejadas llevar por lo ques sugiere el sentido común, tendemos a coincidir en la valoración de los asuntos cotidianos e incluso en los más escabrosos, que suelen ser (por los prejuicios de que se acompañan) los relativos a la política? Y ahora viene la segunda pregunta: ¿por qué tendemos a callar e incluso a hacer la vista gorda cuando se trata de hacer valer esos juicios en público?.  
 Si estoy en lo cierto, la primera situación pone de relieve que la mayoría de las personas no renuncia a tener un criterio personal sobre su vida y circunstancias. ¿A qué se debe entonces que a la hora de hacer valer las opiniones propias no nos atrevamos a dar el paso consecuente?


 Empiezo citando el bloc de Ulises Granda que parece que plantea una vieja cuestión sobre el discurso privado y el discurso público. Me parece sugerente puesto que ya Kant en el siglo XVIII en su articulo "Qué es la Ilustración? " nos venia a plantear esa relación entre uso privado y uso público dentro de las instituciones y la vida privada de uno. Al grito de "Obedeced y callad " del despotismo ilustrado de Federico el Grande se proponía la emancipación de la razón : "Atrévete a pensar" .. En una lectura atenta del texto kantiano parece que el filósofo alemán nos proponga dar respuesta a lo que Ulises nos pregunta : el deber del funcionario es ser leal a su trabajo a su defensa del bien público sin olvidar que en privado puede precisamente dar respuesta a sus críticas sobre lo que funciona o no funciona dentro del sistema. Ese uso privado de la razón permite la verdadera emancipación del ciudadano como persona racional a diferencia del uso público de la misma que se debe a las instituciones como defensoras de una ciudadanía global y plural. Sin embargo lo que nos sugiere Kant es que en lo privado funcionamos como responsables de nuestra función social y nos debemos a esa función privada como profesionales seamos médicos, profesores, arquitectos, abogados, políticos en este sentido estamos limitados a esa responsabilidad que tenemos frente a los demás. En el uso público parece que se invierta el sentido del término pues la libertad queda como expertos obligada a una razón común. Por eso la libertad pública es total y sin límites a diferencia de la de uso privado. Cuando dice pues privado se refiere a la función que queda limitada en función de la ocupación que tenemos y cuando dice público se refiere a la relación con la ciudadanía que ocupamos en relación con el marco político que nos toca vivir. Si esto es así podemos contrastar esta interpretación con la que hizo posteriormente Michel Foucault sobre el mismo texto kantiano : Qué es la Ilustración? . Foucault nos plantea que una pregunta como esta nos lleva a una revisión de la actualidad , del filosofar desde el propio momento que tenemos delante o frente a nosotros .Pero ahora el sujeto ya no es esencialmente libre como si él mismo tuviera la capacidad de razonar y pensar gracias a su libertad. Foucault nos insiste precisamente en esta idea de cambio de paradigma El discurso del sujeto es construido por el sistema y es constituido en base al propio fundamento que el estado o sus instituciones necesitan. De ahí la importancia para la lucha que uno debe realizar consigo mismo para hacer uso de su libertad.¿Como librarnos de los perjuicios sociales , de los preconceptos establecidos , ..? 
Me pregunto si el problema que se plantea no responde a nuestro compromiso ético con la forma de vida que queremos defender y defendernos. Entre ese decir privado y ese hacer público hay algo que los griegos definían como parresía. La parresia era la relación entre el sujeto y la verdad misma entendida como una relación que podía llevar a la propia vida misma , o sea , la muerte. Esta claro que quien habla privadamente argumentando y dando razones de su opinión se encuentra frente a alguien que no le exige nada de nada , no le compromete , o así a él le parece ; a diferencia de quien en público , o sea frente a los otros que no son amigos debe posicionarse frente a las cosas y las ideas. Un ejemplo de esto son los claustros de profesorado que muy a menudo la gente no defiende sus razones aunque se voten cuestiones decisivas como el reglamento de régimen interno o la participación en un proyecto todo el centro. Luego en privado esos mismos profesores serán capaces de opinar y criticar su opción o la opción de quienes han votado una opción diferente. Esta claro que el concepto de "fariseismo" de connotación religiosa nos puede servir para acabar situándonos en lo que pensamos sobre el tema. El fariseo . riguroso seguidor de la ley ,convierte su norma privada en una virtud para invertir el orden de los vicios y las virtudes. ¿Acaso no tiene mucho de fariseismo el políticamente correcto ? ¿Acaso no tiene mucho de fariseismo esa moralina que nos obliga a no criticar el discurso público oficial de la desnudez, de la velocidad, de las prácticas de salud, de un civismo ciudadano ? 
Por eso el discurso privado nunca podrá acompañar el público en tanto este último nos compromete con la verdad misma y nos obliga a definirnos realmente frente a la forma de vida que hemos adoptado. 




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