RECONCILIARSE CON LA VIDA ANTES DE MORIR- Xavier
Ha caído en el patio .El suelo estaba mojado. Se ha roto dos cosas, la primera no tiene importancia : la cadera pero la segunda es la que le duele más: el corazón. En la cama del hospital anda desorientado . Entre camas y boxes de pacientes mayores con sintomas de estar contagiados por el coronavirus cov19 esta asustado. Anda perdido. De pronto la vida a sus 60 años le ha cambiado la mirada. Hace balance de todo y encuentra tantas cosas que han resultado bonitas y bellas , que le han dado tanta felicidad. EL corazón es el tic tac del tiempo y reconoce que en este hay muchas huellas de amor , de dolor . Se siente triste a veces con la soledad que los años le ha dado y con la compañia que ha encontrado . El crepúsculo ha jugado en contra. La luz no es la misma y por eso el resbalón ha sido de campeonato . Al gritar su hermana que vive delante de casa ha podido ayudarle. Ella al verle le ha recordado el conjuro que su última pareja le lanzó. Como si se tratase de una maldición en la que lleva sometido desde hace años. Su cuerpo se marchita y ha dejado de sentir el despertar a la vida con entusiasmo. Ahora sobrevive meditando en su impaciencia por ser suficientemente resilente para superar el último aliento de vida.
No hay palabras ya, todas las gastó en sus anteriores relaciones, en sus amores , desamores, encuentros, desencuentros, poemas, sonidos , en sus días y sus noches. La esperanza es una mentira con rostro de ángel . Esa ya no la cree. La mágia puede que sea hoy por hoy la única superstición a la que puede encontrar algo de consuelo. Eso le hace sentirse fuerte . Pero no sabio. Nunca lo ha sido , más bien engreido y eso le ha llevado donde está. El silencio se impone , ha dejado de tener miedo a dormir solo , a tirar la cadena del wc, a pasear con las luces apagadas por la casa, a todo aquello que antes de niño le atemorizaba. No hay más abrazo que su cojín de plumas, su osito de peluche, su gato de algodon, o su consuelo .. Y como su expareja le dijo un día vives rodeado de libros sin leer ningúno. En ese caleidoscopio de vida que tiene todavia hay una mujer, la que siempre ha sido , la que siempre es, la que después de perdones, reconciliaciones, idas y venidas espera que algun día se canse de interpretar el personajillo que tanto le da de comer.
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