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domingo, 15 de marzo de 2020

UN CAFÉ EN EL VALLE

Había salido con su libro dentro de la mochila .  Helena le había dicho que era mejor que caminasen un largo paseo. 
Hacía frió. El valle húmedo respiraba silencio. Pasearon largo rato en esta condición. Ella más ágil y rápida se apresuraba a indicarle que la tarde estaba terminando sus horas de luz . El aire era límpio y la atmósfera configuraba la sensación de vivir aislados ambos del mundo . Habían partido hacía días de la gran ciudad y se encontraban entre el paisajismo  como figura ideológica o el montañismo alpinismo  como moda presente. En la cabaña un hombre les había hablado largo y tendido de esa diferencia. Esa noche cenaron el tipico plato del valle aranés.
Entraron ambos en un  bar vacío del pueblo ya cansados de caminar  . El sacó su libro y su lápiz -puesto que siempre le gustaba manejar los libros como a las mujeres- entrando en la profundidad de sus más recóndidos confinamientos e ideas. Zambrano y la confesión como género literario les condujo poco a poco a una evasión importante. La noche llegó pronto. Ausentes discutiendo con las palabras arriba y abajo, cercanas o lejanas de una poeta y filósofa que generaba cierto diálogo entre el uno y la otra. La razón poética zambraniana se debatía con el tiempo del valle solitario y causante de la terápia más hipnótica. 
Apenas hablaron de nada más que no se leyera en el papel . Matizando de forma holgada cada concepción presente .... Allí se encontraron con la literatura y las confesiones como las de Sant Agustín que se descubre en la intimidad su ser. Un encuentro consigo mismo , interior, en la celda de sus espacios corporales y espirituales . Ambos con el te encima la mesa gris del bar en aquella mesa metálica dibujaban el panorama de una voz inexperta filosofando. Aprendiendo a manejar con la palabra el aliento del alma , a desnudarse con los nudos gordianos que la comprensión introducia . 
La noche acabó entrando en una oscura manera de ser. Fué entonces cuando el se abrazó a ella y le robo el beso que hacía rato deseaba . Ella con su caída de ojos le miró con dulzura . Se comieron en esos instantes ambos entre palabras y pensamientos . Por un instante el tiempo no existió más que para los habitantes únicos de ese valle. Al poco decidieron regresar a esa pequeña habitación de la cabaña . A pasar el resto de la noche. 
Cuando salieron por la puerta algo les indicó que no sabían donde estaban. Miraron el móvil para encontrar la ubicación. SIn embargo no daba señal alguna. Ella que siempre era más intuitiva se dejó guiar por su instinto . Pero al cabo de una hora se encontraron en el mismo punto de salida , aquel bar. 
Fué entonces cuando el decidió hablar con la gente de su interior para que les indicaran . 
¿De qué cabaña me habla ? - dijo el hombre aquel .
Venimos caminando a través del bosque y hemos atravesado el sendero hasta aquí . No sabe indicarnos donde está la cabaña "El cruixant " .... 
Pues no me suena de nada .¿Alguien sabe de este bar donde está ? 
Nadie respondió. Entonces decidimos ir a buscar la guardia o la policia local . Era ya tarde y andábamos cansados y llenos de frío. La policia no nos supo tampoco decir el lugar que decíamos. 
Llenos de miedo por no entender lo que nos estaba pasando . Nos refugiamos en un banco de la plaza . La noche podria ser dura a la intemperie. Antes encontramos una estación de esquí para comprarnos algo de ropa , unas botas y unos pantalones para abrigarnos más , un polar violeta y una bufanda .. 
Al amanecer de aquel día acurrucados y desconcertados ambos nos propusimos entender que había pasado. Decidimos regresar al bar donde había empezado esa otra aventura. AL entrar en él nos pedimos un desayuno. Cansados de la noche y del cuerpo que teníamos nos miramos de nuevo y cogimos el libro entre las manos. La confesión : caminos como género literario... Sólo al iniciar la lectura la luz del local pareció cambiar . Al rato pagamos la cuenta y nos pusimos a intentar reconocer el sendero por el que habíamos venido. 
Frente al mismo callejón de detrás del bar estaba el sendero. Lo cogimos y al poco tiempo frente apareció la cabaña . Nos habíamos desorientado . 

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